EL MILAGRO DE TU MENTE
Si nos comparamos con una computadora, nos daríamos cuenta que somos un enorme depósito de información, pero que aún no aprendimos cómo programarnos para utilizar esta información con el fin de resolver los problemas.
Tu meta esta en el futuro. Tu problema consiste en unir la distancia que existe entre el lugar donde te encontrás en este momento y la meta que deseás alcanzar. Este es el problema que tenés que resolver
Las personas que lograron el éxito no son personas que no tienen problemas; simplemente aprendieron a resolver sus problemas
Hace unos meses estaba en una empresa y les propuse un ejercicio: reparti varias tarjetas que tenían solamente cuatro palabras impresas en cada lado. De un lado se leía “LA SITUACIÓN” y del otro lado “LA SOLUCIÓN”. Les dije que eligieran el lado importante para el triunfo de la empresa y que la mente consciente sólo puede considerar una idea a la vez, por lo tanto, uno concentra su atención en las situaciones o en las soluciones. Eran 15 personas y 12 eligieron LA SITUACIÓN. Ya teníamos donde trabajar. Si te quedás atascado en la situación, el problema, no podés correr tu mente, para generar nuevos resultados. La famosa rueda del hamster de la que te vengo hablando episodio tras episodio. El lado ganador es el de: las soluciones, ahí tenemos que centrarnos.
Nadie esta libre de problemas. Los problemas son parte de la vida. Pero permíteme demostrarte cuánto tiempo perdemos preocupándonos por problemas equivocados. Según un estudio, las siguientes cosas son las que más preocupan a la gente: Cosas que nunca ocurren: un 40%; cosas del pasado que ya no se pueden cambiar ni con toda la preocupación del mundo: un 30%; preocupaciones innecesarias con respecto a nuestra salud: un 12%; preocupación de distintos tipos, sin importancia: un 10%: preocupaciones reales o legítimas: un 8%.
En resumen: “EL NOVENTA Y DOS POR CIENTO DE LAS PREOCUPACIONES QUE TIENE UNA PERSONA PROMEDIO ocupan un tiempo valioso, causan dolorosas tensiones, incluyendo angustia mental… Y SON ABSOLUTAMENTE INNECESARIAS.
Y entre las preocupaciones reales o legítimas, existen dos tipos: los problemas que podemos resolver y aquellos que se encuentra más allá de nuestra propia capacidad de resolver. Sin embargo, la mayoría de nuestros problemas reales pertenecen casi siempre al primer grupo: los que podríamos resolver, si aprendiéramos cómo hacerlo.
En la actualidad, probablemente existen millones de personas que sienten que no pueden acceder a la vida que desean tener porque miran los problemas que tienen y en vez de considerarlos como desafíos que deben enfrentar, los ven como grandes abismos imposibles de superar.
Al investigar esto, se puede demostrar que las personas que lograron el éxito tienen el mismo tipo de problemas. Intercambiando charlas con terapeutas, couches o psicólogos se aprende que existen millones de personas con problemas idénticos a los nuestros. Así que, en concreto, esto no se trata de los problemas en sí, ya que estos son comunes a todos; se trata de nuestra habilidad para resolverlos.
Si me venís siguiendo en las redes o en el podcast: Ya te decidiste por una meta ahora tu problema es: ¿Cómo voy a alcanzarla?
Te convertís en aquello que pensás y vas a lograr aquello que pensás. Es decir que VAS A LOGRAR ALCANZAR TU META si la mantenés firme en tu mente. Si podés hackear los pensamientos de tu paradigma. Recordá que tenemos entre 60.000 y 80.000 y que no los podemos controlar pero si ponerles un virus.
La mente humana es la única cosa que nos separa del resto de las criaturas de la Tierra. Todo lo que tiene significado para nosotros nos viene a través de nuestra mente. Somos seres lingüísticos. Nuestro amor por nuestras familias, nuestras creencias, todos nuestros talentos, nuestro conocimiento, nuestras habilidades, todo se refleja a través de nuestra mente. ¡Todo lo que nos llegue en el futuro casi por seguro nos va a llegar como resultado del grado en que usemos nuestra mente!
La mayoría de las personas proyecta películas viejas en su mente. Repite y repite su pasado en su mente.
El 2% de las personas piensa, el 3% cree que piensa y el 95% de la población preferiría morir antes de pensar.
Para que puedas ver resultados sorprendentes en tu vida, quiero recomendarte que tomes tan sólo una hora al día, cinco días a la semana y dedique s esta hora a EJERCITAR TU MENTE.
Si lees, lee un poco más y si no lees comenzá a leer 5 paginas por día de algo que te apasione. Realiza una dieta mental: deja de ver periódicos, programas de noticias y todo lo que te informe los problemas de los demás. Si algo malo ocurre te vas a enterar.
El ejercicio que te propongo esta semana es:
Durante esa hora, todos los días, toma una hoja de papel completamente en blanco. En la parte superior de la hoja escribí tu meta principal actual, de manera clara y sencilla. Luego, debido a que nuestro futuro depende de la manera en que manejemos nuestro trabajo, escribí todas las ideas que se te ocurran para mejorar lo que estás haciendo ahora. Tratá de pensar en veinte maneras posibles para que la actividades que ocupan tu día puedan mejorarse. No ser imprevistas a tener veinte en la lista, pero es bueno tener aunque sea una.
Ahora recordá dos puntos importantes con respecto a esto:
1. Eso no es particularmente fácil, y
2. la mayoría de tus ideas no te van a servir.
Dejame decirte lo que va a suceder: algunas de tus ideas van a ser buenas y va a valer la pena ponerlas a prueba. Sin embargo, lo más importante que se logra en esta hora es que la meta se graba profundamente en tu mente inconsciente, se pone en funcionamiento toda la maquinaria vital. Veinte ideas al día, si se te ocurren, suman un total de cien a la semana, incluso si no pensás durante los fines de semana. Una hora al día, cinco días a la semana, suman 260 horas al año y aun te quedan 3.740 horas de tiempo libre. Ahora, esto significa que vas a estar pensando en tu meta y en las maneras de mejorar tu desempeño, incrementando tu servicio, ¡seis semanas y media laborales adicionales al año! Seis semanas y media de 40 horas dedicadas a PENSAR y PLANIFICAR. ¿Podés ver que fácil es ponerse al frente de lo que se llama “la competencia”? ¡Y aún vas a tener 15 horas al día par hacer lo que querés!