Siempre estamos queriendo mejorar, hacer mejor lo que hacemos, que sea rápido, hacer el doble, ser inteligente en la manera de hacer lo que hacemos.

   Con la accesibilidad que tenemos hoy, gracias a internet, saltamos de una pagina a otra, de un video a otro: “Como ser genial en 10 lecciones”, “Los hábitos de los famosos”; nos encontramos con una aplicación que creemos que nos salvará o nos organizará de una manera genial.

   Todo esto son parches, o cosas que te funcionarán en el momento pero las irás perdiendo.

   Si estas buscando una mejora persistente, profunda y que realmente te haga transformarte y lograr el desarrollo personal que estas buscando, tenés que encontrar un sistema. Saber que hacer en cada momento de tu vida. No andar pensando en que hacer en cada momento, que tu sistema te lo muestre.

   El trabajo será el mismo, pero tu sistema te va a dar seguridad y despejará el panorama. Tener y confiar en mi sistema me hace responder a todo y si me aparece algún fuego que apagar no me vuelvo loco porque me apoyo en él. Todo lo anoto, sea importante o no (el análisis vendrá después), lo tiro a mi bandeja de entrada. Antes de acostarme, cuando la casa esta tranquila, proceso la bandeja de entrada y las “cosas” que tire ahí comienzan a ser acciones que puedo realizar o proyectos completados. Confío en mi sistema GTD porque lo reviso y chequeo semana, mensual y anualmente. Entonces las preocupaciones desaparecen porque esta todo ahí. Tengo mis metas y mi visión y son las que me hacen elegir mis prioridades y convertirlas en acciones.

   La fuerza de voluntad es algo que te empuja y dura lo que un empujón, las metas y las visiones es algo de lo que agarrarte y dura lo que vos te agarres. Al apoyarte en tu sistema te permite olvidar todas las cosas que tenés en tu cabeza y enfocarte en lo importante de verdad: OBTENER TUS METAS Y OBJETIVOS.

   GTD me cambio la vida, parece una publicidad de “llame ya”, pero no tengo otra forma de explicarlo, me liberó la cabeza, con 5 pasos y un sistema de listas.

   Antes leía un libro o veía un video y me quería comer el mundo; esto duraba 4 días, 1 mes, y se iba perdiendo. Terminaba con listas larguísimas que crecían día a día, con tareas que pasaban de un día a otro. A pesar de mis estudios y lecturas no podía pensar diferente, siempre estuve buscando el “santo grial” que me haga más productivo y, la verdad, aunque cueste escucharlo o leerlo, el “santo grial”, las soluciones mágicas, no existen, ni para adelgazar, ni para dejar de fumar, ni para tener un buen cuerpo, ni para ser más productivo.

   Todo depende de nuestro sistema, si lo encontraste, concentrate en él.

   Yo elegí GTD, Getting Things Done y no lo largo por nada.

   Dejame tu comentario de lo que probaste vos, de lo que te funcionó y de lo que no.

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